20 de diciembre | Pamplona, Navarra
📬 Esta semana, espera nuevas entregas de la newsletter de
, y nuestros amigos de Revista 5W.🕰️ Leer esta newsletter te llevará 5 minutos y 52 segundos.
👋 Aguanta hasta el final para un meme de actualidad cinematográfica. Bienvenido a La Wikly.

☄️ Apocalipsis de lujo
Lo importante. El fundador de Facebook Mark Zuckerberg se prepara para lo peor con la construcción de un búnker de casi 500 metros cuadrados en la isla de Kauai, en Hawai.
Una investigación del medio WIRED ha tenido acceso a detalles hasta ahora desconocidos de los planes para su complejo autosuficiente, cuya construcción se intenta llevar a cabo en absoluto secreto.
Los planes del presidente de la ahora Meta Platforms son más tendencia que anécdota para una élite tecnológica que se prepara para escapar.
Todo, mientras le prometen al resto que trabajan por mejorar el futuro de la humanidad.
Explícamelo. El refugio subterráneo de Zuckerberg será sólo la joya de la corona de un conjunto que se está levantando sobre una superficie de 570 hectáreas, con un coste estimado de 270 millones de dólares para todo el proyecto.
La escala es mareante: más de una docena de edificios proyectados alrededor de dos mansiones sugieren que quizás no se trate simplemente de un retiro personal.
Si fuera necesario, no dependerán del exterior: almacenamiento de agua, sistema de bombeo y producción de alimentos, ya en marcha, a través de agricultura y ganadería. Todo dentro de los límites del complejo.
La investigación periodística levanta por primera vez el velo de un proyecto rodeado de un secretismo y seguridad propios de instalaciones militares.
Todos los trabajadores deben firmar un acuerdo de confidencialidad que no les permite discutir detalle alguno, bajo amenaza de despido.
La obsesión por la privacidad del creador de Facebook contrasta con el desprecio por la de sus usuarios, con cuyos datos personales se ha enriquecido a través de anuncios personalizados o el escándalo de Cambridge Analytica.
Un proyecto de semejante calibre ha provocado resistencias entre los vecinos locales. Zuckerberg no ha considerado tratar el impacto de su complejo a través de alguna revisión pública; en lugar de eso, usa su dinero.
Al principio, inició varios litigios para presionar a pequeños propietarios con derechos ancestrales1 sobre terrenos situados en su rancho.
Cambió la estrategia: ¡filantropía! A través de una fundación de Chan Zuckerberg, su mujer, el matrimonio ha donado más de 20 millones de dólares en ayudas para varias ONG de la comunidad nativa o para combatir la COVID-19.
Y en La Wikly ya lo hemos visto otras veces: la filantropía es un instrumento muy habitual en Estados Unidos para conseguir conexiones y el favor de los políticos, en este caso locales.
¿Y el búnker? Los Zuckerberg quieren estar preparados para el apocalipsis con un refugio subterráneo al que se podrá acceder por un túnel desde las dos mansiones centrales.
Siguiendo el estándar de este tipo de instalaciones, tendrá una puerta metálica rellena de hormigón y cámaras de seguridad para protegerse del exterior.
Por las cifras que se manejan, está concebido como un sitio en el que se podrá vivir, no sólo sobrevivir.
Entre los líderes de Silicon Valley, el marco mental que origina un proyecto así es la norma.
Contexto. El blindado edén del fundador de Facebook alcanzará un nuevo nivel entre los refugios de los magnates. Hace palidecer a ejemplos más tradicionales como la isla artificial Indian Creek, conocida como el Billionaire Bunker.
Por unos 150 millones de dólares, Jeff Bezos se ha comprado un par de mansiones en esta exclusiva urbanización a la que sólo se puede acceder por un único puente.
La seguridad, la privacidad y el aislamiento son la obsesión. Su policía privada cuenta con unos 15 efectivos y una patrulla marítima controla el acceso por el agua.
Pero la tendencia que ha explotado en estos años es la de, directamente, comprarse un búnker de lujo. El crecimiento de estos negocios no tiene parangón, con un boom de las opciones más caras.
Los preppers2 más modestos también participan de este auge, ya que el mercado del miedo al colapso civilizatorio ofrece opciones desde 40.000 dólares.
Aunque el dinero está en los ricos. Firmas como Survival Condo, Rising S o Vivos venden o fabrican refugios que van desde el millón de dólares hasta los más suntuosos de 10 millones.

El siguiente nivel es el de Zuckerberg o el del empresario libertario3 Peter Thiel, cuyos planes de huida se fijan en la isla sur de Nueva Zelanda.
Este remoto país es el lugar perfecto donde preparar tu refugio para un suceso apocalíptico, según la élite tecnológica.
El fundador de PayPal proyectaba un retiro bunkerizado a orillas del precioso lago Wanaka, a donde poder escapar si fuera necesario con su amigo Sam Altman, fundador de OpenAI y otro de los que busca prepararse para el fin.
Thiel, que por ser rico consiguió la ciudadanía neozelandesa por la vía rápida, ha visto de momento su proyecto paralizado por las autoridades locales a causa del impacto en el entorno.
💡 La idea
En su libro ‘La supervivencia de los más ricos’, el intelectual Douglass Rushkoff reflexiona sobre esta actitud de los superpoderosos tecnólogos. A este marco mental apocalíptico lo denomina «La Mentalidad», y lo define a grandes rasgos así:
En primer lugar, es la idea de que esta superélite se prepara para «escapar de los daños que causan sus empresas», con la capacidad que les proporcionan sus millones.
En segundo lugar, critica que buscan soluciones de mercado para esos problemas que crean, dejando fuera a la mayoría de la población.
«[...] con suficiente dinero y tecnología, los hombres ricos pueden vivir como dioses y trascender las calamidades que les suceden a los demás», escribe Rushkoff en su libro.
El pensador neoyorquino afirma que la «capacidad de destruir el mundo» de estos millonarios nunca se ha visto en la historia.
Aún suponiendo que los planes de huida sean un plan B, ¿qué nos transmite la avidez con la que los magnates buscan refugio?
¿Son realmente un plan B? Elon Musk busca colonizar Marte; Jeff Bezos también apunta al espacio; y Sam Altman, subir su mente a un superordenador.
¿Entonces? Resulta irónico que siempre que los CEO de Silicon Valley hablan de «la misión» de sus compañías se refieran a mejorar la vida de la humanidad y otros objetivos colectivos, cuando sus actos en la esfera personal apuntan en otra dirección.
Rushkoff, un idealista, aboga por un cambio social: fomentar la interdependencia para escapar del desastre.
La tendencia representada por el búnker autosuficiente de Mark Zuckerberg sin duda no es el paradigma de ese camino.

🗞️ Otros titulares
🌘 Los nocturnos
The Atlantic (en inglés; 15minutos)
🏒 Washington DC perderá más que Capitals y Wizards si no actúa rápido
The Washington Post (en inglés; 7 minutos)
📚 Dioni López: “Fraga inventó la identidad de España para que cupiera en un folleto turístico”
La Vanguardia (en español; 54 minutos)
🎙️ ¿Fue un escándalo lo mejor que le pudo pasar a Hasan Minhaj?
The New York Times (en inglés; 5 minutos)
En otro orden de cosas, esta semana solo habrá un stream más antes de poner finiquito al año. Será este jueves en el canal de Twitch de Emilio a partir de las 19:00 CEST.
Feliz miércoles,
Posdata: aprende de Quentin, Scott.
En Hawai existen unos derechos llamados kuleana por los que miembros de comunidades nativas pueden reclamar tierras de sus antepasados.
Término para referirse a las personas que se preparan para catástrofes naturales o provocadas por el ser humano.
Thiel, que apoya a Donald Trump, piensa que la libertad es incompatible con la democracia.
Share this post