¡Hola! Emilio por aquí. La última vez que te escribí desde este correo fue para hablarte de una cita en la que ayudé a juntar a periodistas con creadores de contenido. Entre todos ellos, unían comunidades de millones y millones de usuarios. Unos, en representación de sus medios. Otros, con sus propias comunidades independientes. Juntarlos se sentía increíblemente extraño a la vez que reconfortante.
Puede parecer que la distancia entre un periodista que escribe en un medio tradicional y el divulgador que publica vídeos en YouTube es inmensa. «¡No tienen nada que ver!», me dirías. La verdad es que acertarías. Son mundos increíblemente distintos, separados por una desconfianza que se ha tatuado a fuego en todo el ecosistema mediático español.
Cero sorpresas ahí.
Los periodistas se ven avasallados por las transformaciones constantes del sector, una precariedad flagrante y una desconfianza casi perpetua en las instituciones que representan. Todo lo que pueda suponer una amenaza a su modo de vida es un problema. Y eso incluye a creadores de contenido que han sabido moverse mejor en los nuevos formatos, creando comunidades inmensas y muy lucrativas que compiten de tú a tú con los medios tradicionales.
Por su parte, los creadores de contenido han visto esa desconfianza de primera mano, con un maltrato constante por parte de los mismos medios que les tratan como niños irresponsables en cuanto tienen la ocasión. ¿Alguien recuerda las críticas a Ibai en su primer ascenso a la fama?
Siempre he detestado ese statu quo porque me he movido en ambos mundos, el del periodismo en medios tradicionales y digitales, y el de la creación de contenido en plataformas como YouTube, Twitter o Twitch. Vivir fuera de España también me dio una perspectiva si cabe más decepcionante por esa hostilidad que se debían esos dos mundos, así que poder reducir la brecha que los separa me pareció una oportunidad irrechazable.
Es lo que lleva pasando casi dos años gracias a Misión Transmedia, un proyecto al que me sumé en alianza con beBartlet y que nos ha permitido juntar a periodistas y creadores de contenido para restablecer puentes. Y más importante: para crear una comunidad que pueda mirar de frente y unida a los desafíos de los comunicadores.
En los cuatro episodios que hemos hecho de estas sesiones, hemos debatido sobre inteligencia artificial, cobertura económica, fake news en Ciencia y Salud, o esa tendencia tan fascinante sobre la vuelta a lo analógico. Y de todas esas citas hemos aprendido lo suficiente como para sentirnos cómodos escribiendo un compromiso que defina a una generación de periodistas y creadores de contenido en frente común, la Generación del 24.
Hace unas semanas, y juntando a viejos y nuevos participantes de Misión Transmedia, compartimos estas conclusiones de la mano de Fundación ‘la Caixa’ y Novartis, colaboradores de esta iniciativa, y abrimos la puerta a nuevas ideas y propuestas. Porque si algo hemos aprendido en este proceso es que la transformación de la comunicación solo será posible si colaboramos, debatimos y trabajamos juntos.
Mantenemos un compromiso ético
La veracidad, el rigor y la responsabilidad informativa son esenciales para ganarnos y mantener la confianza de la audiencia.Nos adaptamos a las nuevas plataformas
Nos movemos con agilidad y flexibilidad para llegar a las audiencias dondequiera que estén.Impulsamos el periodismo de soluciones
En un contexto de gran evasión informativa, no solo buscamos informar, sino también ofrecer contenido útil que ayude a las personas a tomar decisiones.Reconocemos el poder de la comunidad
Fomentamos espacios, tanto en línea como presenciales, para compartir experiencias y aprender unos de otros.Desarrollamos contenido multimedia
Sabemos que la variedad de formatos, desde videos hasta infografías, puede atraer a diferentes segmentos de audiencia, y por eso los integramos en nuestro trabajo.Queremos que la gente recupere la confianza en el periodismo
Que entiendan su rol como cuarto poder y cómo puede fortalecer y proteger nuestras democracias.Promovemos la alfabetización mediática desde pequeños
Así ayudamos a los futuros usuarios a desarrollar un espíritu crítico y a enfrentar la información compartida en redes sociales no contrastada.Hacemos un uso responsable de la IA
Somos transparentes con su uso, limitamos su aplicación a tareas concretas, revisamos el trabajo de la herramienta y nos aseguramos de que siempre haya intervención humana.Nos acercamos a los usuarios
Con noticias que conectan con su mundo, su lenguaje y sus inquietudes, intentando salir de las burbujas mediáticas de la información.Apostamos por equipos mejor remunerados
La falta de tiempo y recursos suficientes compromete a menudo la profundidad y precisión de las noticias.
Hasta la próxima,
Hola Emilio:
Me parece muy sugerente lo que propones. y desde luego absolutamente necesario para desenvolvernos en un mundo tan complicado como el de la información.
Afrontar los riesgos de la manipulación, los bulos, el poder de las empresas editoriales no es una tarea sencilla.
Toda iniciativa que vaya en esta dirección me parece oportuna y necesaria.
Animo y adelante!!!!!
Por cierto no entiendo porque no te dan más cancha en la Sexta. No hay color entre las crónicas de Sandro Pocci y las que hacías tú, que por supuesto eran mucho mejores.
Un cordial saludo.
Lo que pedimos los lectores es objetividad, a la izquierda a la derecha o en el centro estamos aburridos de la polarización política, de las opiniones sesgadas por la ideología, de la obsesión por vender un mundo que deseablemente inclusivo se prostituye con propuestas ridículas para calificaciones imposibles, elle, miembra, no binario, etc., la razón, la ciencia, la ética, deben ser la base sobre las que se desarrollen las noticias. Hay un cambio climático causado por el hombre, sin duda, se debe también a la propia evolución de la tierra, de la naturaleza, seguro, casi nada es blanco y negro, grises de diferentes tonos resumen la realidad que vivimos